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viernes, 16 de julio de 2010

Matrimonio gay y familia: natura y anti-natura

Polemicemos. El senado argentino, luego de más de trece horas de debate, aprobó la ley que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo, convirtiéndose en el primer país latinoamericano en dar este gigantesco paso hacia una sociedad más ecuánime, y que ojalá sea seguido pronto por los demás países, no sólo en América Latina sino en todo el mundo.

No obstante, esta ley no cambia mentalidades de forma tan sencilla, y hoy, cuando leía los reportes del logro en foros y webs, no podía evitar leer los comentarios desagradables que algunas personas habían publicado al respecto. Antinatural, desagradable, contra los principios divinos, entre otros, fueron los términos con los que me encontraba mientras repasaba las opiniones de los lectores, pero yo pregunto ¿qué significa realmente la palabra “natural”?.

No soy muy versada en el tema de la naturaleza humana y sus implicaciones sociológicas y antropológicas o de su estrecha relación con la cultura, pero recuerdo que en clase de etnología el profesor Jorge Márquez nos enfrentaba a temas que no podían explicarse de forma simple, señalando qué podía ser cultural y qué era natural. Lo mismo ocurre con las prácticas y tendencias sexuales ¿Qué hace que una persona sea gay? ¿Es un gen? ¿Es una consecuencia cultural? ¿Son ambas cosas? ¿Quién dice que debes enamorarte de un sexo determinado?; La verdad, no lo sé y tampoco me importa averiguarlo, considero que cada persona es libre de vivir su vida como mejor le parezca, eso sí, dentro de los límites del respeto y la tolerancia hacia lo diferente.

Lamentablemente, muchas personas no tienen esta misma concepción de la homosexualidad y es entonces cuando salen a defender la sagrada institución familiar como el núcleo conformado por un padre y una madre (dejo de lado el tema de los hijos, eso da para otra discusión), unión natural entre dos seres creados por “dios” o por la “naturaleza” y cuyo fin no es otro que el de la procreación. … … … ¡Ja!. Ya dije que no era muy versada en temas culturales y naturales pero el asunto de la familia es algo que he tenido que estudiar gracias a las investigaciones con las que he colaborado, además de la mía propia.

Señores conservadores, defensores de la figura de la familia como elemento natural que sirve de base a la sociedad, ¡déjenme decirles que andan muy equivocados!! Ajá, tal como lo leen, la idea de la familia como hoy se conoce es el resultado de la intervención del estado en los hogares europeos a partir del siglo XVII y XVIII, como diría otro de mis profesores, la familia es una invención burguesa. (A que nadie esperaba esto xD). Pues, si, para dolor de muchos, el modelo familiar que tenemos hoy se desarrolla a partir de las configuraciones del llamado Estado moderno, y de las tecnologías políticas que aplica sobre el cuerpo, la salud, el alojamiento o la alimentación, que buscan controlar, distribuir, perfeccionar y transformar los cuerpos individuales para aumentar su fuerza productiva y reasignar su fuerza política.

Ups, lo siento, se me salió la historiadora que llevo dentro, mejor volvamos a la escritura coloquial.

Lo que quiero decir con toda esta retahíla de datos, es que no podemos permitir que el discurso natura-antinatura siga guiando el debate sobre las uniones homosexuales, cada quien es libre de amar a quien le plazca y su unión debe ser validada por las instituciones estatales como ocurre con los matrimonios heterosexuales, sin ninguna discriminación… a la final todos somos seres humanos ¿no?

¡A los argentinos un beso y un abrazo enorme!! ¡qué grandes que son, hoy lo han demostrado!!

sábado, 3 de julio de 2010

Una abuela mundialista

Mi abuela es fan de la selección Argentina. Hasta ahora creí que su afición se debía más a la presencia de Messi (al que ella adora) que al juego de la albiceleste… ¡pero no! Y no tienen idea de lo curioso que resulta verla siguiendo los partidos ¡hasta ha llegado al punto de conocer la alineación y distinguir a los jugadores!! Esta mañana, durante el juego contra Alemania, no dejó de gritarles a todos, cual técnico de selección, para que hicieran bien su trabajo; que Tévez, que Higuaín, que Mascherano, que Maxi Rodríguez… yo, honestamente, los veo igualitos cuando están en la cancha, pero ella sabía cuando era uno y cuando era el otro el que tenía la pelota, sin confundirse.

Lamentablemente, Argentina no pudo con Alemania y perdió, y mi abuela se enojó tanto que apagó el televisor faltando diez minutos para el pitazo final, sin dejar de renegar por los errores del técnico y los jugadores. Pero el mal humor pasará, tarde o temprano, y la próxima vez que la selección Argentina sea convocada a algún partido veré a mi abuela frente a la pantalla, gritando como cualquier otro fan, esperando algún gol de Messi.

Ah, una última cosa… ella también le va al Barça de vez en cuando.

Aquí mi abuela con mi tía, un día de diciembre :P