Durante los últimos cuatro años esta ha sido la pregunta que más me han hecho: "¿por qué historia?". La respuesta es simple, porque me gusta, pero pareciera que para el común de la gente esta no es una respuesta y despacharlos con algo como "porque me dio la gana" no tiene tanta gracia, así que ¿por qué no divertirme un poco desbaratando sus ideas preconcebidas y obligándolos a pensar?.
Confieso que me encanta ver la cara de la gente cuando les respondo ¿y por qué no?... es como si, de repente, se hubiesen golpeado contra un muro, y es que ¿quien espera que la respuesta deban darla ellos mismos?. Luego de unos cuantos desvaríos y algunas supuestas justificaciones económicas, la mayoría se rinde y cambia de tema, pero hay quienes se atreven a ir más allá y te lanzan una tentadora provocación: "pues, no sé, ¿para qué sirve la historia?"... ¡ah! ¡cuantas horas pasaría yo iluminando a los mortales con las razones por las que la historia es tan importante en nuestras vidas! (jajajajajaja), sin embargo, la realidad es otra, si uno de nosotros pretende sentarse a explicar el por qué de la historia es probable que el pobre individuo que ingenuamente preguntó termine, cinco horas después, sobrecargado de razones, términos y teorías que a duras penas logra entender, por lo que nos vemos obligados a responder con justificaciones resumidas (y muy mediocres para nuestro gusto) sobre la relación historia-identidad y todas esas cosas, a lo que nuestro interlocutor responde con la frase más simplista con la que se resume el ejercicio la historia: "el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla". Aunque existe otra opción, que el susodicho sea uno de esos que creen que se las saben todas y termine dándonos una cátedra aberrante de supuesta historia, es decir, que se arme él solito un debate carente de análisis sobre la importancia de la labor de historiador que termina siendo un lastimoso episodio de verborrea aguda.
Pero la pregunta sigue abierta ¿por qué la historia?. En mi caso, la historia parece haberse metido bajo mi piel, es parte de mí, la necesito, no concibo la idea de una vida sin razón, quiero interrogarme sobre las formas y los modos, las razones, las lógicas, las costumbres... ¡necesito saber quienes somos y cómo llegamos a ser lo que somos!.
Mientras estudiaba ingeniería sentía que estaba educando a mi cerebro para trabajar según esquemas, para pensar mediante algoritmos ya dispuestos o fórmulas ya especificadas, pero sin encontrar un trasfondo, sin que me pudiera interrogar sobre las razones humanas más allá de la lógica, y eso me estaba matando... además ¡yo no quería pasar mi vida tras un computador y pensando en código! ¡no, no y no!.
Entonces ¿por qué historia?... la respuesta es simple: porque me gusta y es lo que soy.
PD: ingenieros ¡no me maten! sólo doy mi punto de vista xD
Te lo he dicho en varias ocasiones. Te admiro por la decisión que tomaste de comenzar una nueva carrera cuando todo se te ponía en contra, una que te llenaba y que a toda luces el cuerpo te pedía. Poca gente tiene el valor de hacer lo que saben que quieren hacer cuando el resto del mundo dice que no debe (se me entiende? xD). ¡Eres una rebelde! :P
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